jueves, 8 de enero de 2015

Col de los Monjes (o des Moines): collado fronterizo con Francia, a 2.168m de altitud.

Col des Moines
Accesible desde Astún o desde Bious-Artigues, este paso se llama así en referencia a los monjes del Hospital de Santa Cristina de Somport quienes, en invierno, se acercaban al collado para encontrarse con  los peregrinos que, siguiendo el camino de Santiago, subían por el valle d’Ossau y lo cruzaban en su marcha hacia Compostela y guiarlos hasta la hospedería.

Estamos en invierno, la nieve cubre los collados y las puntas y poco queda de aquellos esforzados monjes y peregrinos. Nosotros tratamos de remedar aquella práctica en formato esquí de travesía.

Abandonar la algarabía que impera en la estación de esquí de Astún, y adentrarse en el valle que asciende hacia el ibón del Escalar, resulta una delicia. Con el sol dando sobre las espaldas cuesta poco ascender por este barranco, tan sólo hay que evitar la tentación de ir por su parte baja, ya que ello conduciría a una penosa y empinada salida lateral una vez se embarranca de veras.

Con esquíes de travesía vale más tomar una diagonal por las laderas que se tienen a la derecha, en sentido subida, de manera que vayamos buscando la nieve (en alguna zona escasea) a la par que ganando altura, rehuyendo el fondo.

También puede trazarse una diagonal equivalente por la izquierda, sentido subida, ya que ambas opciones confluyen en el ibón del Escalar.

A medida que ascendemos y miramos hacia atrás contemplamos el macizo del Aspe, cada vez más visible, mientras avanzamos buscando la continuidad de la nieve, ya que se encuentran algunas zonas descubiertas.

El Aspe y su macizo
Finalmente llegamos al circo e ibón del Escalar (2.078m), rodeado por la cadena fronteriza con Francia: Pic de Belonseiche (al Oeste), Punta L’Escalar (al Norte), Pico de los Monjes (al NE) y Coll de los Monjes (al Este).

Ibón del Escalar y punta sin nombre (a la izq.) desde coll de Belonseiche
La ascensión hacia el collado des Moines es cómoda, la nieve se muestra moldeada por la acción del viento. En estas zonas resguardadas el manto es abundante.

Hacia el collado de los Monjes
Cuando estamos a punto de alcanzar el collado una punta rocosa emerge tras la quebrada línea de la nieve.

Coronar y descubrir sin obstáculos al coloso de la zona, el Midi d’Ossau, es todo un espectáculo.

En primer plano, el Midi d'Ossau, al fondo, algo a la dcha., el Balaitous
Más allá, otros gigantes del Pirineo: Balaitous, Infiernos, Garmo Negro, etc.

Al fondo: en el centro, los Infiernos; a la drcha, el Garmo Negro
En este punto decidimos realizar una parte del camino inverso al de los peregrinos, y nos deslizamos plácidamente hasta el Lac du Plaa de las Vaques (2.000m). Nieve excelente en un entorno de calma y tranquilidad que desearíamos recorrer en ¿su totalidad?, Sí, pero seamos realistas, hay que volver y seguir será cuestión de una próxima salida; así que, una barrita energética, un trago de agua, y de vuelta.

Soledad y paz en el Plaa de las Vaques
A la dcha., el col des Moines, en el centro, la punta sin nombre, al otro lado, Astún.
Cuesta abandonar este sitio
De nuevo en el collado, y antes de emprender la bajada hacia Astún, remontamos la loma Sur hasta la Punta sin nombre que domina la estación de esquí. Son útiles las cuchillas para pasar por la helada nieve de los últimos metros.


Punta sin nombre, desde el collado de los Monjes
Desde este punto elevado el panorama es amplio, tanto hacia España como hacia Francia, y la miel de futuros recorridos se queda en los labios. Ahora toca ponerse en modo descenso y vuelta por donde vinimos hasta llegar de nuevo a Astún.


En el centro, al fondo, Collarada
 Otro día será más allá
En total, unos 850m de D+ a lo largo de unos 10km de ruta en un entorno tranquilo, prometedor de otros circuitos para cuando vengamos con más tiempo y otro propósito, que el de hoy sólo ha sido contemplativo y de toma de contacto.
Atardece, es hora de recogerse y retornar a lo cálido

4 comentarios:

  1. Con descripción correcta como siempre se recorre mejor la nieve y los lugares que por estas fechas gustas; en tu salsa...nata montada y no del Canadá. Te pones las botas. Qué más da si lo importante es disfrutar aunque sólo sea de esas barritas que llevas en los bolsillos; sigo prefiriendo chorizo, pan y jamón, a trozos y al corte de ligeras navajas bien afiladas. Es más entretenido y se saborea más el monte. Aunque es menos práctico.
    Las fotos son estupendas y muy docentemente , además de gráficas, ilustran los pasos que mirabais. Merece hacerlas pues perduran en la memoria y son el mejor complemento ilustrativo. Estupendas.
    Hace mucho tiempo que no frecuento esos lugares, ni sus montes, ni cumbres y rocas que antes a paso ligero íbamos y descendíamos incluso en tenis y pantalón corto, camiseta verde, gorra y guantes de lana sin dedos para los golpes a tierra. No usábamos ni cantimplora, ni lomos...Sólo las manos para las charcas corrientes y chocolatinas Mars o Lion antes de que llegaran aquí. Ya pasó tiempo ¿Incluso vimos algún que otro monje de esos de los que hablas? Leches, cuánto tiempo.
    La luz del día caída la tarde se viene abajo como ese rastro antojo que un cegado vuelo dejó mientras en su ruta los cristales de hielo perduren.
    Salud y Libertad :)´

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    1. Hermosos lugares que, en invierno, exigen alguna indumentaria más recia que los shorts y zapatillas; de otra guisa poco recorreríamos. La nieve escasea este año, así que, como no reponga vamos a tener que usar indumentaria ligera, y a correr.
      De barritas, casi que tampoco ya. Semillas más bien. Salud y Montaña, Deicar, estimado compañero.

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  2. Impresionante, poco más se puede decir. Es una pena (para mi digo) que sea necesario saber esquiar para poder ver en directo esos paisajes, sin nieve también me gustan pero no es lo mismo.
    Asoma el Balaitous por ahí.....
    Un saludo,

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    1. Si bien es cierto que recorrer con esquíes estos lugares raya en la plena satisfacción, no es menos verdad que con un par de raquetas, o a base de buena pierna y crampones, también pueden transitarse ¡Anda que no lo hacíamos así hace unos años! ¡Y bien alto que subíamos! Claro que el esfuerzo no dejaba de ser notable, y no anda la cosa ahora como para derrochar energías sin ton ni son.
      Y sí, el Balaitous ya has visto tu también que va asomando.
      Salud y Montaña, amigo Francisco.

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