sábado, 9 de septiembre de 2017

Picos de Xuans y Serrato en circular desde el Balneario de Panticosa. Una ruta de ibones y mojones.


El Pico de Xuans se yergue sobre el ibón de Labaza
El Balneario de Panticosa está emplazado a 1.630 metros de altitud, encajonado en un reducido valle tallado en la roca de granito por el efecto de la nieve y del hielo, rodeado de picos algunos de ellos con más de 3.000 metros de altura.

Sus laderas son muy empinadas, tanto al Oeste como al Este y tan sólo la “salida” hacia el Norte (en sentido Francia) modera su inclinación. Los tresmiles se ubican al Oeste (Infiernos, Arnales, Diente de Pondiellos, Garmo Negro, Algas, y Argualas), mientras que por el Este las cumbres se quedan algo por debajo de la cota si bien son tan escarpadas como las otras.

Francisco y yo elegimos un itinerario que, partiendo desde el Balneario, nos llevará a coronar la Peña de Xuans (2.831m) y el Pico de Serrato (2.881m), ascendiendo por la Majada de Serrato, ibones del Serrato y Labaza, al pie de los Dientes de Batanes, hasta el collado (2.766m) entre el Pico de los Batanes y la Peña de Xuans, ascendiendo a ésta y luego al P. Serrato en recorrido de ida y vuelta.

Para el retorno completamos la circular descendiendo por la muy empinada pedrera que baja directa hacia el ibón de Coanga, cruzando luego por la base el barranco de Labaza y pasando junto a las balsas de Lumiacha, entroncando finalmente con el Camino de los Machos siguiéndolo hasta el Balneario. Un circuito de algo más de 15km de longitud salvando un desnivel acumulado en ascenso de 1.350m de D+ por un terreno siempre muy pendiente; boscoso hasta los 2.200m de altitud, que constituye el 30% del recorrido total, mientras que el 70% restante discurre por cuencas lacustres y extensos pedregales donde perder los mojones se convierte en garantía de progreso lento y muy trabajoso. Afortunadamente los hitos se ven bien.

Aprovechando el pronóstico de una ventana de tiempo estable hasta las 2pm, iniciamos la marcha en el Balneario a las 7:15am tomando el GR11 que empieza junto al edificio Casa Belio y que seguimos en dirección a los ibones de Brazato.

¡Qué agradable resultan las primeras zancadas de la mañana! Apenas se nota lo deprisa que se sube.
Mientras caminamos a la sombra por la buena senda observamos cómo el sol ya comienza a iluminar las cumbres del Garmo Negro y Argualas. Aún tardará un rato en alcanzarnos en esta vertiente.

Argualas (izq) y Garmo Negro, a continuación. Semioculto por la rama el Arnales (dcha)
A la altura de los 2.000m, en una curva a la derecha que hace el sendero, hay una roca en la que, con pintura roja desvaída, aparece la indicación de Labaza, a la izquierda, y de Brazato, a la derecha.  Tomamos el estrecho sendero que sale a la izquierda en dirección a Labaza.

Matas de rododendros y arándanos, junto con los cada vez más escasos pinos, verdean la empinada ladera a medida que vamos ganando altura. Más arriba se ve el acueducto que sostiene una tubería de agua que conecta alguno de los ibones.

Las lazadas del sendero permiten progresar fácilmente a pesar de la pendiente.

A la altura de los 2.300m nos percatamos de que el acueducto queda ya por debajo de nosotros y de que la senda se acaba, dando paso a “la pedrera” por la que deambularemos a partir de ahora. Comienza el “seguimiento” de los mojones que nos indican el mejor trayecto hacia los ibones de Serrato.

Abajo, el "acueducto" y algo más abajo el Balneario, todavía a la sombra
Alcanzamos el primero de los ibones y después el segundo. Ya nos va a dar el sol.

Mirando hacia atrás vemos la Sierra de Partacua, de la que sobresale la Peña Telera.
Continuamos ascendiendo hacia el ibón de Labaza. Los Dientes de Batanes cada vez más próximos.

Los hielos han dejado sus trazos sobre las rocas. Al fondo, los Dientes de Batanes.
Superamos un montículo y el ibón de Labaza queda algo por debajo de nosotros. Continuamos circunvalándolo. La peña de Xuans se yergue a nuestra izquierda. Los hitos marcan un trazado que se aleja de ella y se encamina hacia el pie de las paredes de los Dientes de Batanes. Después gira y, casi llaneando, alcanzamos el collado entre los picos de Xuans y de Batanes, con el Pico de Serrato también a la vista pero algo más alejado.


A la izq. el Pico de Xuans, con el ibón de Labaza a sus pies; a la dcha. los Dientes de Batanes
El tiempo sigue siendo bueno y las nubes no llegan a consolidarse. Podemos pues ascender a la Peña de Xuans y después, ….., bueno, decidimos ir por partes y actuar en función de la meteorología.

Pico de Xuans desde el collado entre éste y el primer Diente de Batanes
El ascenso al pico de Xuans (2.831m) es sencillo y lleva poco tiempo. Escasos 70m de desnivel en los que se trepa por una chimenea fácil antes de alcanzar la cima.

Trepada inicial hacia el Xuans
Chimenea previa a la cima (durante el descenso)
Las vistas desde la cumbre son hermosas y amplias.



El Pico de Serrato desde la cumbre del Xuans
Como el cielo sigue estando despejado, y el Pico de Serrato “está ahí”, optamos por ascenderlo también.

Parece cerca, pero está algo más lejos de lo que aparenta. La ascensión al Serrato, sin ser difícil, es más trabajosa que la del Xuans. El primer tramo lo realizamos ganando altura por la vertiente Este de la cresta, encaramándonos a la misma ya al final, cuando no queda más remedio.

Vista del Pico de Serrato desde el collado al pie del Xuans. Se asciende por la ladera de la dcha.
Unos cuantos metros más por el filo de la cresta, aérea pero segura, sin problemas técnicos, y alcanzamos la cima del segundo de los picos de hoy, el Serrato (2.881m). Otro mirador de primer orden.


Los ibones de Bachimaña desde la cumbre del Serrato. Al fondo, a la dcha., el Balaitous. En el centro, con su marmolera blanca, los Picos del Infierno.
Desde la cumbre observamos la empinada y gran pedrera que nos espera para el descenso. Los ibones de Bachimaña quedan muy abajo, y las líneas de nivel que se ven en el mapa están muy, muy juntas.

Así que, sin más demora, que las nubes ya van cobrando cuerpo, nos ponemos en marcha y adelante ¡Que a partir de ahora todo es bajada!

Cresteando tras dejar atrás el mojón cimero de la cumbre del Pico Serrato.
Vamos siguiendo los mojones entre el caos de rocas y bloques de granito. Atrás queda el collado que separa al Serrato y del Xuans,

El Serrato, a la izq; el Xuans, a la dcha; en el centro, el collado entre ambos. Descendiendo hacia el ibón de Coanga.
Por delante más terreno duro y pedregoso hasta el ibón de Coanga. Las conocidas “zetas” de la Cuesta del Fraile aparecen como diminutas trazas en la ladera de enfrente.


El ibón de Coanga. Tras él, en la otra ladera, las zetas de la Cuesta del Fraile.
Nos damos cuenta de que, siguiendo los hitos, nos hemos desviado de nuestro objetivo y nos estamos encaminando hacia los ibones de Bachimaña.  Afortunadamente la deriva no ha sido excesiva, de manera que corregimos el rumbo y, pedrera a través, vamos a la búsqueda de la bajada correcta hacia Coanga, que no tardamos en encontrar.

Entre el recoleto ibón de Coanga y nosotros se interponen unas terrazas rocosas cuyos pasos hemos de buscar ¡Por algo están tan juntas las líneas de nivel en el mapa! 


Descendiendo por "las terrazas"
Con intuición e hitos conseguimos llegar por fin al ibón de Coanga (2.315m), muy escondido y fuera de las rutas más concurridas ¡A partir del cual ya hay senda! El resto de la bajada lo afrontamos con un mejor talante, porque verdaderamente hemos quedado saturados de pedrera.


Ibón de Coanga
A partir del cual ¡Ya hay senda!, o casi.
El descenso por el bien trazado sendero permite ir contemplando la masificada “ruta normal” de acceso a los ibones de Bachimaña desde unas perspectivas novedosas y muy poco frecuentes.

Las moles de los tresmiles del otro lado resultan imponentes desde éste.

El camino que seguimos salva sin problemas una zona algo cortada antes de introducirse de pleno en el bosque.

Atrás quedan las alturas de las que venimos.

Por delante ya se divisa el lago del Balneario.

Pero antes el camino nos depara la sorpresa de pasar junto a las bucólicas balsas de Lumiacha (1.950 m).

Balsas de Lumiacha
Al poco de dejarlas atrás dos sarrios, hembra y cría, captan nuestra atención; se dejan fotografiar y desaparecen al poco.

La jornada va tocando a su fin; entroncamos con el Camino de los Machos, pasamos bajo la gran tubería que, desde los ibones en altura, lleva el agua a la central eléctrica de los Baños de Panticosa y enlazamos con el punto donde por la mañana optamos por tomar la dirección hacia los ibones de Brazato.

Unos pocos metros más adelante llegamos de nuevo a la escalinata junto al edificio Casa Belio, completando así una circular exigente, coronando dos “casi tresmiles”, que nos ha permitido transitar por lugares agrestes y apenas frecuentados (tan sólo dos personas encontramos cerca del ibón de Coanga, Josefina y Jesús, junto a los que hicimos la última parte del recorrido), desde donde se tienen unas perspectivas muy novedosas de un territorio conocido y visitado con asiduidad, solo que por otros itinerarios mucho más habituales.


¡Hasta la próxima! ¡Salud y Montaña!
 

6 comentarios:

  1. Hola!
    Más que una circular exigente como dices, fue una circular de mojones! A mi los 15 kms de "pedrera" se me hicieron algo más largos, aunque supongo que tu medición es correcta. La vista casi al final de los sarrios fue un regalo, poder verlos tan cerca y tan tranquilos!
    Espero que la próxima no esté tan distante en el tiempo, y mejor si puede ser con alguna piedra menos ;-)
    Un abrazo, salud y mucha montaña!!

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    1. Piedras por siglos acumuladas, restos de antiguas glaciaciones y de crestas cuarteadas, desmoronadas y apiladas luego para "gozo" de los montañeros de ahora. Largo resultó su recorrido, pero gratificante a más no poder los panoramas que vimos y los rincones por los que anduvimos.

      Buscaremos otras, que posibilidades no faltan, y procuraremos que no sea a tanto tardar, que lo bueno, si bien compartido, siente doble mejor.

      Salud, montaña y un abrazo.

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  2. Hola Carmar.

    Menudas vacaciones te has pegado!. Una lastima que el tiempo, no permitiera hacer está gran circular el día previsto, y haberos acompañado.

    Un recorrido, por unas zona totalmente desconocida, y quien iba a decir, que por esa zona, aún existieran trazados tan bonitos, y tan solitarios, sobre todo en comparación con el transitado sendero, que sube al refugio de Bachimaña.

    Con la entrada, y las fotografías, me da una idea de lo que puedo encontrarme, a ver si antes de que vengan las nevadas, puedo acercarme un día con la familia, y subir hasta las balsas de Lumiacha. El pico Serrato, veo que tiene su miga, desde el collado se ve bastante vertical, y la cresta muy chula.

    Esas pedreras, quizás con algo de nieve, sean más agradables de bajar.

    Salud y montaña!

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    1. Se te echó de menos, y en cierta medida los tres hicimos juntos la circular.

      La excursión familiar hasta las balsas de Lumiacha es "de postal".

      Esas pedreras con cuanta más nieve, mejor, que con algo aún resultaría poca. Y en esas condiciones, con nieve bien asentada y todas ellas cubiertas, el agrado para subirlas y bajarlas está garantizado; ¡Y no quieras ver cómo se han de bajar esquiando!

      Salud y montaña

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  3. Hola Carmar.

    Que casualidad, en agosto también estuve por esa zona. Allí la soledad está casi garantizada, eso sí, a costa de andar un buen rato de bloque en bloque...

    Gracias por compartirlo¡

    Salud¡

    Fer

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    1. Bloques, hitos, ibones, cuestas, pedreras que me prometo visitar cuando la nieve las cubra, que esas soledades con esquíes son para vivirlas.

      Salud y Montaña

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